Una mirada griega

Un día cualquiera. Una mañana aparentemente normal. Un cielo nublado. Un nuevo caos a tu alrededor. Piensas y buscas. No piensas y encuentras. Intuyes y dejas pasar. Abres y cierras la ventana. Miras y observas. Te paras, caminas. Parpadeas y suspiras una y otra vez, y sigues sin ser consciente. Hacemos y deshacemos constantemente. Y te agarras a esos cuentos que una vez penetraron como un rayo de luz en tu mente. Ese mito griego que tantas veces he leído y releído. Una historia que permanece ahí, en ese gigantesco baül llamado conocimiento. Ese mismo conocimiento que ha sido tantas veces el perfecto salvavidas. Según este mito griego, las denominadas parcas (o moiras) son las controladoras de nuestras vidas, de las cuales nadie se escapa. Ilitia es la diosa del nacimiento ella es la que asiste al parto y decide un pronòstico del nuevo ser. Nèmesi es la inevitable y las parcas que son tres hermanas: Cloto, Láquesi y Átropos, son hijas de la noche. Cuando un niño nace, las tres hijas de la noche se hacen cargo de su destino. Cloto va cosiendo con el hilo de la vida, hecho del amor y la felicidad, el éxito y el fracaso, la esperanza y la desesperación. Para cada hilo utiliza diferentes cantidades de cada material, pero su hermana Láquesi añade amenudo un poco de buena suerte y fortuna, cosa que puede cambiar el destino de una persona. Átropos se mantiene en silencio al lado de sus hermanas con unas tijeras en las manos, ella va observando como el hilo de la vida se va alargando. Cuando ella decide y sin avisar lo corta. Némesi la inevitable se encarga de castigarnos cuando infringimos las leyes de la vida. Provoca enfermedades cuando abusamos de nuestros cuerpos y la inevitable destrucción de todas aquellas partes del mundo de las cuales no nos ocupamos deacuerdo con las leyes de la naturaleza. Todas ellas tienen un papel fundamental en nuestras vidas. Durantes siglos y siglos los griegos pensaron que sus destinos, sus causualidades, su suerte y su desdicha estaba provocada por estas damas del "más allá" que controlavan sus vidas. Quien sabe si aferrarse a ello es hoy en día la mayor de las locuras, quien sabe si pensar en ellas como posibles compositoras de esta gran trama que tenemos en frente es acertado o no. Sea como sea, me queda el consuelo de saber que, tanto si miras atrás, como si miras en el presente, todos estos factores existen, independientemente de sus nombres, sus sexos, o sus historias... Me queda el conocimiento en mi memoria, me queda el contraste y la verificación de los contenidos, me queda el sentir y el seguir siendo como dice la teacher dura y flexible... pero ese ya es otro tema... del cual, proximamente escribiré...